LA RODA DE ANDALUCÍA

Blog Cofrade

lunes, 25 de agosto de 2008

SEMANA SANTA

El amor y el dolor, la vida y la muerte, la sangre y las lágrimas, la carne y el espíritu, la eternidad y la finitud, aquello que se teme y aquello que se aguarda están en la calle, bajo la luz de las tardes de marzo o abril, o bajo la luna llena de noches tibias y claras. Cada día es un paso más hacia la agonía. La Roda, cirineo, acompaña a su Dios por las calles y enjuga las lágrimas de su madre en el pañuelo de las túnicas y los costales. La gloria ha llegado al corazón del cristiano. Es Seman Santa en La Roda (...).
Es Sábado Santo. Cuerpo exánime, cortejo fúnebre, féretro de cristal, mueca de emoción. Virgen de los Dolores que entornas displicentemente los párpados, dramática estampa, anochecida de primavera. Me asomo a la azotea de mi infancia y recuerdo con claridad el rictus de amargura en tu bello e inigualable rostro; ése que en su día saliese de los giros de la gubia de Lastrucci y en ese corazón que te ha saltado del pecho, atravesado por siete espadas de dolor.

¿A quién no se le eriza el alma al ver los primeros rayos de luz reflejados en la bendita cara de nuestra Dolorosa?

Cómo duelen esas siete espadas que se clavan en el corazón que te sale del pecho. Silencio total. El silencio. En el silencio se oye mejor la voz de Dios. De ese Dios que exánime y yerto va delante. Es en ese momento mágico cuando comprobamos la grandeza de una Semana Santa más que se nos escapa como la tarde del Sábado Santo.

Mª del Carmen Prados Alvarez
Pregonera S. Santa 2006

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Una de las locuras que más sorprende al forastero, es la que emprendemos cada año con la Semana Santa; cuando alrededor de la luna que cambia el invierno en primavera, el azahar revive los aromas y el pulso aligera el rumbo del deseo.