Diecisiete años que han sido casi un suspiro para La Roda, que recuerda como si fuera hoy mismo, lo que vivió y sintió aquel 15 de Septiembre, cuando a media mañana, junto al Sagrado Corazón, fray Carlos Amigo Vallejo, coronaba Canónicamente a la Santísima Virgen de Los Dolores. Eran poco más de las ocho de la mañana, cuando salía la Señora sin corona, con una flor entre sus manos, guapa como siempre y más que nunca.
Volvían a su pueblo muchos rodenses que se habían visto obligados a irse hacía mucho tiempo, para encontrar el trabajo que aquí les faltaba. Y volvían al reclamo de esta Madre Dolorosa con la que soñaban todas las noches, con lágrimas en sus ojos.
Diecisiete años. Mucho tiempo ha pasado. Y muchas cosas. Mucha vida y mucha muerte. Niños recién nacidos entonces, que ya saben lo que es sentir la devoción y el amor a la Virgen. Serán momentos también para recordar a los que se nos fueron. Pero siempre desde la emoción y jamás desde la tristeza; siempre desde el recuerdo de sus ejemplos y nunca desde el dolor grandísimo de sus ausencias.