LA RODA DE ANDALUCÍA

Blog Cofrade

lunes, 13 de octubre de 2008

NOTAS HISTORICAS SOBRE CORONACIONES CANONICAS


ANTECEDENTES HISTORICOS

Dentro de la evolución histórica del ritual de la Coronación canónica de una imagen de la Santísima Virgen María nos enontramos en sus orígenes con dos nombres a tener en cuenta: el padre Jerónimo Paolucci (1552-1620) y el conde Alejandro Sforza. El primero fue monje capuchino, nacido en Caboli da Forli, y se dedicó durante su vida a realizar predicaciones, terminándolas con la imposición de una corona a las imágenes de María Santísima más veneradas en la región o lugar donde realizaba sus misiones. Esta piadosa costumbre fue seguida por otros capuchinos.

No obstante, no será hasta 1954 cuando Su Santidad Pio XII instituye la memoria litúrgica del Reinado de María, promulgandose el documento principal de este magisterio referente a la dignidad y realeza de la Santísima Virgen María. La Encíclica Ad coeli Reginam.

Por lo que respecta al icono o imagen a coronar, ha de gozar de probada devoción, cierta antigüedad y valor artistico, amén de la autenticidad de su culto litúrgico, la propagación del mismo, así como la corroboración de la labor apóstolica de la corporación, caso de tratarse de una imagen cofrade.
Con respecto a estos requisitos, la diócesis de Sevilla establece en el Decreto sobre Coronación Canónica de 22 de Junio de 1990, que:
"Sólamente se ha de coronar las imágenes sagradas de especial relevancia en la devoción del pueblo cristiano, por gozar de gran celebridad en la piedad mariana dentro de la Diócesis.

1. Que la advocación con este titulo esté establecida en la Diócesis desde tiempo inmemorial.
2. Que se demuestre la "popularidad" de la devoción, de tal forma que es vivida y manifestada durante todo el año.
3. Los actos preparativos de la celeración litúrgica deben incluir:

a) Un cursillo de formación base para la comisión organizadora más implicada. Se estima la oportunidad de que la parroquia, hermandad o asociación, que promueve la celebración, establezca un plan de evangelización: misiones populares, catequesis de adultos, ciclos o conferencias, etc., bajo la supervisión del párroco.
b) La celebración litúrgica será preparada con todo interés. El respnsable es el párroco, de acuerdo con el Ritual canónico y la supervisión del Delegado diocesano de Liturgia.
c) Como gesto de expresión de caridad fraterna se destinará una aportación económica a una obra social de la Iglesia.....
Una de las locuras que más sorprende al forastero, es la que emprendemos cada año con la Semana Santa; cuando alrededor de la luna que cambia el invierno en primavera, el azahar revive los aromas y el pulso aligera el rumbo del deseo.